Redactado por: Alexei Tellerías
DESDE JAPÓN: ESTRATEGIAS MILITARES, SIMULACIÓN DE COMBATES Y RÉPLICAS DE ARMA REALES
Dentro de la gama de deportes extremos que se practican en nuestro país, existe uno que combina estrategias militares con simulación de combates, pretendiendo ser lo más auténtico posible. Se trata del "Airsoft", cuya práctica llega desde Japón, donde surgió a raíz de la prohibición de tener armas de fuego en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
En este deporte, dice Karls Vladimir Peña -miembro del Club de Airsoft Dominicano-, se utilizan "réplicas" de armas que disparan proyectiles esféricos sintéticos y nometálicos, llamados "BB", por "ball bearing" de 6 y 8 milímetros de diámetro.
Como las réplicas en sus inicios utilizaban gas comprimido, esto hizo que se conocieran como "armas de aire suave" o en su término en inglés "airsoft guns" (de aquí el nombre de la práctica), y están diseñadas para reproducir la carga, ciclaje y modo de disparo de las armas reales, pero con bajas energías.
Un aspecto a resaltar, según Peña, es que las regulaciones son extremadamente estrictas para los fabricantes, en el sentido de que ninguna réplica de airsoft puede ser modificada para usar munición "viva" o balas de verdad.
En el país, comenta, este deporte viene jugándose desde el 2004, aunque desde hace dos años es cuando se hace de manera organizada. Existen varios campos de práctica, "pero son propiedades privadas de algunos miembros, y se juega allí principalmente porque es algo sin fines de lucro".
Al hablar de airsoft, podría confundirse con otro deporte bélico similar, el "paintball". Sin embargo, Karls Vladimir Peña señala que existen varias diferencias puntuales. La primera está en el tipo de arma empleada. Mientras la "marcadora" de paintball dispara pelotas de pintura, las réplicas simulan armas de verdad en tamaño y peso. También, mientras en paintball las armas son impulsadas por gas, en airsoft las réplicas pueden ser eléctricas, de gas o de resortes.
Las armas deben tener el mayor parecido a las de verdad, pero no pueden ser convertidas en armas reales ni disparar proyectiles auténticos por varias razones, entre las que están los materiales con que se construyen, aluminio y plástico, y el tamaño del cañón, que no es mayor a 8 milímetros.