Por Maricha Martínez Sosa · Publicado el: 11/11/2013.
Exposición de pintura y cerámica por parte de cuatro reconocidos artistas cubanos que residen en RD
Artistas de origen cubano presentan sus obras en la exposición "Cuatro Esquinas", que estará abierta hasta desde el 21 de Noviembre en la Galería Bodden de Santo Domingo.
La exposición colectiva está planteada en dos expresiones fundamentales: pintura y cerámica, y está conformada por los destacados artistas Oscar Carballo, Ana María Nardo, Francisco Sánchez (Guanabacoa) y Wilfredo Torres, quienes muestran sus criterios contemporáneos del arte.
Según explican los expositores, "esta muestra, que no pretende enseñar un panorama de las artes visuales cubanas, se remite al recordatorio de que un grupo importante de artistas cubanos viven, trabajan y realizan sus actividades en República Dominicana". Cumple el papel de permitirnos conocer el quehacer de estos artistas y su deseo de no perder su identidad y sus criterios estéticos".
LOS ARTISTAS Y SU OBRA
Francisco Sánchez - Guanabacoa
Sus obras hablan sobre un acervo antropológico cultural, que trasciende la presencia negra en nuestras tierras, para estampar, de manera sublime, los estigmas de una cultura que aún disimula y perdura. Registra las crónicas del alma de sus antecesores mediante obras que conmuevan al observador a través del drama, misterio, símbolo, mito e historia como sentimiento elevado y cabal de sus raíces.
Cada una de las piezas se convierte en señal o marca que refrenda de alguna manera su filosofía de vida, el compromiso que siente con el arte y su cultura. De una forma más clara, diríamos que estas obras motivan a reflexiones profundas sobre quiénes somos y de dónde venimos, cuestiones que se presentan en el creador. Son muchos los procesos sincréticos de los que somos parte y que considera en su producción visual, fundamentalmente en lo relativo a la presencia africana en la cultura caribeña, más específicamente al estigma africano en Cuba y en sí mismo, lo que refiere más que una lectura formal, un estudio etnográfico y antropológico de las imágenes.
Oscar Carballo
Durante los últimos años la obra pictórica y dibujística de Oscar Carballo evidencia un riguroso proceso de tamizaje o purificación" conceptual. El universo visual que se especializa y se expande en dicha obra impacta de manera fulminante. Aunque la cuestión de la memoria material y espiritual como dimensión in temporal constituye el aspecto medular de su poética, el repertorio simbólico que emerge en las pinturas y dibujos de Carballo retiene una belleza y unos significados definitivamente indecibles.
Oscar Carballo extrae una deliciosa e inefable espectrología de la memoria en la que germinan secretas insinuaciones imagéticas del signo ancestral, la fauna, la arquitectura, la cotidianidad, el pensamiento y la imaginación delirante. Frente a este caudal de imágenes mutantes, confrontamos un mutante imaginario de lo improvisto, deliciosa mente facturado, mediante una lúcida y abrasadora compenetración existencial con los elementos fundamentales del hecho plástico.
Wilfredo Torres.
Siempre ha dicho que es un diseñador que hace cerámica. Cree que toda su imaginaria concurre a este punto tridimensional gracias a sus años de diseñador gráfico y sus experiencias bidimensionales. Ve sus obras primero bidimensionalmente y después las resuelve en el volumen. Su discurso evidentemente tiene que ver con las raíces y entorno cubano. Toda o casi toda su obra esta enmarcada en objetos antiguos o sufrientes. Una cotidianidad en la vida de su país.
Dicen algunos críticos que su obra es post modernista. No le importa mucho lo que asientan. Sólo le interesa el acto de crear libremente, de ahí el hecho de utilizar materiales diversos en su obra cerámica. Se fundamenta más en la idea que en la realización y no teme mezclar diferentes técnicas para concretar una idea.
Ana María Nardo Hernández
Su obra artística estudia, analiza y propone una estética basada en la transculturación en el Caribe y cuestiona la identidad cultural. Predominan elementos visuales de los ancestros africanos, asiáticos y otras minorías, fusionadas con las civilizadas colonias europeas.
Esto porque considera el Caribe un territorio virgen, hogar adoptivo compartido entre casi todas las culturas del mundo es transculturado y globalizado frecuentemente; tierra de nadie y tierra de todos donde la identidad es relativa porque siempre aparecen elementos nuevos para ese caldero de fusión. Su obre contempla como el Caribe muestra los tiempos de manera simultánea a modo de experimento social que varía de resultado prácticamente por décadas, siendo África, España, los hijos de ambos y los hijos de las diferentes regiones que se van sumando.