Redactado por: Martiña González
LA HISTORIA DE CÓMO HICE PARA IRME A JAPÓN ¡GRATIS! POR 20 DÍAS
Antes de arrancar a leer es bueno que sepas que esta es la segunda parte de una historia, la primera está en: ¡Me fui pa' Japón! - Parte I.
¡Finalmente llegó el día! Todos habíamos recibido nuestra información de vuelo vía correo electrónico, el vuelo salía a las 12 :00 AM (si de la madrugada), hacía escala en New Jersey y de ahí era directo a Tokio, Japón. El vuelo se retrasó unas 2 horas así que terminamos saliendo de Santo Domingo a las 3 de la mañana. El avión de NJ a Japón iba repleto, cada asiento tenía una pequeña televisión que contenía 100 películas, series y música, que sinceramente no fueron suficientes para mí.
A partir de esa experiencia le recomiendo fueerrtemente que si usted va hacer un vuelo de más de 4 horas ¡LLEVESE SUS PASTILLAS PARA DORMIR! no una, ni dos, ¡LLEVESELAS TODAS! (cosa que no hice), me salvó que una de mis compañeras tenía en cantidad y que cargaba con una de casualidad.
Otro consejo: vaya lo más cómodo posible, olvídese del "protocolo" que la gente entiende que usted va durar mucho tiempo en un avión, créame no importa. Después de 15 horas en total de vuelo, que más nunca vuelvo a tomar usando botas de militar (bueno que me pase por estar de babosa), despertándome varias veces y ver que todavía faltaban 6... 5,,, 4___ 3 horas para llegar, varias paradas en el baño y varias para hacer ejercicio de ese para que no se me durmieran las piernas, finalmente llegue a Tokio… ¡con el desubique más grande de la bolita del mundo!
Caminaba por los pasillos (del aeropuerto todavía) viendo absolutamente todo.. y como todo curioso me metí al baño a ver "que lo que"... digo no sé ustedes pero pensé que si es una ciudad tan tecnológica como hablan ¡tienen que haber diferencias hasta en los baños! y efectivamente descubrí que los inodoros hasta botones para poner musiquita tienen, ya saben para tener un momento más ameno allí dentro... Si, descubrirlo fue muy gracioso.
Nos recibieron una señora y señor en la salida del aereopuerto como en las películas con un letrero que decía "Dominican Republic" muy amables ellos de una vez verificaron con una libreta en mano cada persona nombre completo y apodo (cosa que me encontré extraña, pero bueno) al lado de tu nombre firmabas y veías como se decía en japonés.
Todavía en el aeropuerto no podía creer que había aterrizado en JAPÓN, entre otras porque todavía tenía los efectos de la pastillas de dormir que mencioné ahorita :x. Nos aconsejaron cambiar cualquier tipo de moneda ya que una vez estemos en la ciudad al menos que estemos en el hotel (donde habían maquinas de cambio de dinero, cosa que nunca había visto) no iba a ser tan fácil cambiar dólares, ya que en Japón solo se usa su moneda local, el Yen.
Nos montamos en un bus que había sido asignado a nosotros (si, tenía también un letrero que decía Dominican Republic) y nos toco una deliciosa hora mas para llegar al hotel Ana Intercontinental donde nos hospedamos durante la mayor parte de la estadía (¡¡¡vaaayyyaa hotelito el que nos asignaron!!!)
Les cuento que al minuto que llegamos al hotel habían un comité esperándonos en el lobby para recibirnos, nos asignaron las habitaciones y ahí mismo nos entregaron un sobre que contenía el dinero para los gastos de comida y demás durante los 20 días. Dicho sobre tenía impreso enfrente los cálculos de gasto de cada días (¡pa' que no te equivoque!).
Llevamos nuestras maletas para después asistir a la reunión de bienvenida con las demás delegaciones de los otros países y representantes del gabinete oficial, donde nos entregaron nuestros libretos con el horario de cada día más la vestimenta requerida en cada ocasión.
No, evidentemente la historia no termina aquí, si quieres ver qué hicimos en nuestro primer día tendrás que leerte: ¡Me fui pa' Japón! - Parte III.