Por Virginia López
A DÓNDE IR, QUÉ HACER Y CÓMO MOVERSE EN ESTA INCREÍBLE CIUDAD
Hanna Barbera creó un personaje que para mi era fascinante: El Inspector Ardilla y Morroco Topo; la trama y los personajes me encantaban, en particular el segundo, cuya traducción literal vine a descubrir que era "un topo de Marruecos"… (y luego me di cuenta que era evidente, pues ¡el sombrerito lo delata!) Tras mi descubriemiento me plantee ¿dónde queda Marruecos? y tras estudiarlo un poco quedé clara ¡quería conocer este país! A partir de ahí comenzó mi aventura imaginaria que terminó convirtiéndose en una aventura real.
Lo primero era encontrar una oferta que me permitiera llegar allí, en ese momento estaba viviendo en España y aprovechando que no estaba tan lejos me valí de Ryanair, aerolínea de bajo costo que opera en gran parte de Europa y África, donde ubicamos unos tickets súper baratísimos y le caímos atrás a la oferta para hacer la compra antes de que se acabara, ya saben hay ofertas que son flash y o las aprovechas o te arrepientes toda tu vida.
Nos empapamos de información del país: moneda, cultura, idioma, religión y aclaramos el gran mito: ¡SI, los dominicanos necesitamos visa para ir! Por lo que nos vimos en la necesidad de ubicar el consulado en Madrid y los requerimientos que teníamos que completar, pagamos más de 25€ de impuesto y nos dolió pues ¡ya nos subía el presupuesto del mochileo! Por fortuna nos dieron la visa a mí y a mis dos compañeras, claro, no sin antes aguantar calor y largas filas.
Empacamos en onda mochilera, pues era lo que nos permitía el ticket comprado, pillamos ropa fresca y lo necesario para sobrevivir, trazamos la ruta y ¡llego el gran día! madrugamos todas emocionadas, nos sellaron nuestros pasaportes dominicanos, que vieron varias veces, y emprendimos el viaje…
Llegamos a Marrakesh, nuevamente nos revisaron el pasaporte dominicano, nos hicieron varias preguntas, primero en francés, ¡por que asumían que sabíamos! Luego en español.
Aquí hago un stop y les cuento que en Marruecos, a pesar de ser un país pobre, se habla de 3 a 5 lenguas y con una fluidez increíble: español, francés, árabe clásico, bereber (lengua étnica) e inglés…
Tras varias revisiones nos dieron la bienvenida. Tomamos un taxi y en el camino admiramos los antiguos castillos vecinos al aeropuerto, los fortes que iban rodeando la ciudad que luego supimos eran responsabilidad de los nómadas, que cuando se hicieron sedentarios, construyeron los ksours o ciudades fortificadas y las casbahs, comparables a ciudadelas y castillos.
¡Parecía todo místico! Estabamos metidas en un cuento fabuloso hasta que de repente el taxi nos llevo a un espacio repleto de gente, motores, burros, caballos y unas calles muy estrechas, era como estar metida en la Duarte con Paris hace unos mil y pico de años y les confieso que en principio nos asustamos bastante, pero luego nos dimos cuenta de que no teníamos de otra y nos calmamos.
El hostal que habíamos seleccionado no estaba tan mal, ¡era limpio! cosa importante pero tenía un pequeño problema: ¡había un solo baño para el hostal entero! y claro, tras las mil y una historias que habíamos escuchado nos preocupaba un poco el tema de la seguridad de las habitaciones. En fin, dejamos nuestras mochilas y nos fuimos a explorar Marrakesh, para eso habíamos ido ¿no?
Nuestra primera parada fue La Plaza de Jamaa el Fna que es la plaza central de Marrakech y el lugar más importante de la medina. En ella se desarrolla la vida pública tanto de día como de noche y lo mejor es la transformación que va sufriendo en el transcurso del día.
¡CUIDADO! hay unos expertos timadores de turistas. A nosotras nos paso que nos tomaron de la mano y nos hicieron un tatuaje de henna, en buen dominicano: nos embobaron y nos tumbaron alrededor de 15€, dígase ¡el equivalente de 1 día de comida del presupuesto del nuestro viaje!
Para mi que cuando Dios invento la palabra "tigueraje" lo creo en marrakesh… ¡Imagínate que embobar a 3 dominicanas! Tras el tumbe nos quedamos un poco aturdidas, pero continuamos en dirección del centro de la ciudad.
Ahora es que la aventura inicia, sigue la parte dos de este "Mochileros en Marruecos" para descubrir a cuales lugares ir y qué cosas esperar.