Por Maricha Martínez Sosa · Fotos: Fuente Externa · Publicado el: 5/12/2013.
Muere uno de los más grande íconos de resistencia, solidaridad y levantamiento.
Cual fenix que emerge de sus cenizas lo hacía Nelson Mandela de la cárcel. Aquella voz no pudo ser callada pese a 27 años de encierro, múltiples amenazas a su entorno y una condena de cadena perpetua posteriormente derrocada.
Nacido en 1918, este político sudafricano hizo historia, de la buena, en diversos momentos de su vida.
Se mantuvo fiel a sus principios al rechazar la libertad que bajo limitantes le ofrecía un gobierno opresor, convirtiéndose en figura legendaria y rostro mundial de la realidad sufrida por los negros sudafricanos.
Su lucha antirracista y antiimperialista le merecieron el Premio Nobel de la Paz en 1993 y su rol de liderazgo en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cuyo máximo logro fueron las elecciones democráticas, le llevó a ser proclamado presidente en 1994 y 1999.
Fue merecedor de más de 50 doctorados honoris causa, de una veintena de reconocimientos al rededor del mundo y para conmemorar su natalicio la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en 2009 el 18 de julio como el Día Internacional de Nelson Mandela.
Tras varios años de luchar contra las consecuencias de salud que dejaron en su organismo los años de encierro, el 5 de diciembre de 2013 el cuerpo de Mandela optó por descansar paz.
Desde Quemashago.com no encontramos mejor forma de recordar a Mandela que a través de esta maravillosa escultura, creada a raíz del 50 aniversario de su captura en 1962. Marco Cianfanelli, artista sudafricano, supo plasmar en su obra la importancia de ese encierro para la creación de un ícono de resistencia, solidaridad y levantamiento.
50 barras de acero de entre cinco y diez metros de altura nos revelan en la distancia el rostro de aquel que impulsó un necesario cambio político hacia la democracia.
Hoy se nos fue un gran hombre y nació una leyenda. Madiba nos deja como herencia un ejemplo vivo de que es posible liderear una lucha por la justicia y la igualdad, manteniendo la integridad y procurando la paz y el bienestar para los pueblos.