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Vista de la vitrina de un restaurante en la ciudad de Tokio, Japón

¡Me fui pa' Japón! - Parte IV

Redactado por: Martiña González

LA HISTORIA DE CÓMO HICE PARA IRME A JAPÓN ¡GRATIS! POR 20 DÍAS

Antes de arrancar a leer es bueno que sepas que esta es la cuarta parte de una historia, las anteriores está en: ¡Me fui pa' Japón! - Parte I, ¡Me fui pa' Japón! - Parte II. y ¡Me fui pa' Japón! - Parte III.

Continuando con mi aventura y las cosas que en ella pude descubrir, hoy les comentaré sobre la comida y... si, los baños.

La comida:
Debo confesar que lo mejor del Hotel en el que nos alojaron -además de lo mega fabuloso que era- fue el desayuno, me quedé con la boca abierta al ver el mega buffet con huevos de todas las formas, panes de todos los colores, tocino en mil presentaciones, frutas, vegetales, dulces, jugos de todas las especies, hasta agua de todos los sabores y claro... ¡arroz y comida del mar!
Si, leyeron bien. Algo que de verdad recomiendo tomar en cuenta que los japoneses desayunan, comen y cenan dos cosas: arroz y comida de mar. Como comprenderán ya al final del viaje casi estaba dando gritos por ver algo de comida chatarra o CARNE y hasta me emocioné cuando vi un Mcdonald's (curioso pues sólo vi 2 en todo el viaje).

Algo que me dejó boquiabierta es que TOOOODO TIENE SABOR A TE VERDE, y cuando digo todo es... ¡TODO! desde el agua, a los dulces y ¡hasta el KIT-KAT tiene una versión con este sabor! Evidentemente tuve una sobre dosis de esté porque en las visitas oficiales era eso lo que servían, y entre nos: él y yo no somos muy buenos amigos.

Ten cuidado si estás considerando comprar un dulce y aunque suene tonto ¡asegurate bien de que es dulce! Allá ciertos alimentos tienen un aspecto un tanto "ambiguo" y así como las cosas saladas tienen apariencia de dulces, las dulces aparentan ser saladas. Un triste ejemplo es que en nuestras sesiones de discusión agarre un día una galleta redonda, grande como del tamaño de la palma de mi mano y con rayas blancas, pensé "wow ¡se ve deliciosa!" y le metí una mordía con todo el gusto del mundo y resultó que era completamente salada, ¡Oh, sorpresa! :S

En vez de "chimis" o "hotdogs" ellos tienen pequeñas cantinitas con comida. Tu entras a los locales, pides lo que quieres (si lo entiendes) comes y te vas. Tuvimos la dicha de que en la mayoría de los sitios tienen afuera displays de plástico (que les juro parecen de verdad) donde ponen cada plato como se vería con el precio abajo y así al ojo porciento escogíamos que íbamos a comer dependiendo de "cómo se veía" en versión plástica. Es increíble pero TODAS las opciones tienen el huevo (revuelto, frito, pasado por agua o escondido) y evidentemente, su respectivo "jarrito" de sopa incluído. Sinceramente tras esas tandas, no he podido comer huevo desde que llegue a Santo Domingo (¡lo juro!).

Los baños:
Resulta que en los baños públicos (y si vuelvo para los baños porque realmente me impactaron) había una maquinita a la derecha del inodoro, que tenía como una bocinita. Si la tocabas hacia un ruido muy extraño y alto, como si alguien estuviese roncando o haciendo gárgaras detrás de un vidrio, las primeras veces que use el baño lo tocaba y me preguntaba "¿y qué carajos es esto?" (tocándolo una y otra vez cual chamaquito travieso, para que sonara) pero no acababa de comprender el propósito de tan extraño ruido.
La verdad es que no lo entendí hasta un día que hice una parada "estratégica" en un supermercado (y para los curiosos: SI hasta los baños de supermercados están tan impecables que parecen el de tu casa) que vi una caricatura de una mujer sentada en el inodoro con una mano en la boca y otra topando la máquina. Fue entonces cuando todo se aclaró... ¡Esta maquina es para cuando tienes que ir a hacer #2 o estás... "flatulento". Si tienes un problema, una emergencia o simplemente no te interesa que te oigan los que esperan afuera tienes una aparatico a tu disposición para crear la distracciones mientras te ocupas de tus asuntos. Me reí sola cuando hice el descubrimiento porque fueron tantas las veces que le daba a la maquina antes de descubrir su utilidad, que seguro las personas pensaron que me estaba desintegrando por las tuberías.

Y SI, aún quedan más artículos pendientes ¿qué esperan? ¡fueron 20 días enteritos! así que si quieresla su quinta dosis de mi aventura ¡gratis! por Japón haz click en ¡Me fui pa' Japón! - Parte V :)

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