Trabajar desde casa puede ser lo máximo, ¡o no! y todo dependerá de tu capacidad de no perder la cordura, especialmente en los primeros días. Acá algunos consejos que pueden ayudarte a mantener la cabeza en buen sitio, mientras logras una productividad adecuada.
Habilitar y adecuar un espacio de tu casa dedicado exclusivamente para trabajar, dígase, hacer un «home office», no es algo que se logra de la noche a la mañana y menos en situaciones tan poco convencionales como las actuales. Lo que sí puedes es hacer, casi ahora mismo y con un bajo presupuesto, una serie de pequeños cambios que te permitan crear las condiciones de trabajo, dejando que tanto el entorno como tus sentidos te ayuden. La propuesta es sencilla: que hackees tu cerebro.
¿Cómo hackear tu cerebro? Hablemos del condicionamiento.
Este consejo se basa en uno de los más clásicos experimentos de psicología, es el famoso estudio de Iván Pavlov en el que ciertos animales babeaban al escuchar un estímulo, en anticipación a la comida, incluso sin tenerla en frente. Exactamente eso proponemos: que crees un tipo de condicionamiento que ponga tu cerebro en modo productivo, aún cuando no estés en eso. Acá algunas opciones para elegir:
a · Un sonido: Deja que tus oídos escuchen la señal, tal y como el timbre del colegio, con el que sabías que ya iniciaba el recreo. La música clásica y los binaural beats son buenísimos para el condicionamiento. Lo importante es que siempre sea la misma o, al menos, mantenga alguna constante.
b · Un aroma: Permite que tu olfato reconozca que es hora de trabajar. Puedes hacerlo encendiendo velas o incienso, usando ambientadores o colocando cerca de ti algo aromático, como la cáscara de un cítrico.
c · Un sabor: Así como hay quienes necesitan el café o el té para activar el cerebro en la mañana, con facilidad puedes decirle a tu cabeza que el trabajo sabe a… Come algo específico cada día, justo antes de iniciar la jornada, así sea una menta, una vitamina c, o una cucharada de miel.
d · Una vestimenta: Aunque te quedes en pijama, trata de tener algunas piezas solo para trabajar, algo así como un uniforme.
Esperamos que estos tips sirvan de ayuda, te deseamos mucha suerte en lo que te acostumbras y aprendes a disfrutar el proceso. Recuerda que trabajar desde casa no solo es posible, sino que tiene muchísimas ventajas, queda en ti aprender a hackear tu cabeza para lograrlo ¡sin perder la cordura!