Año tras año el 21 de enero los dominicanos celebramos el día de la Altagracia, conocida como “madre espiritual del pueblo dominicano” y apodada como ‘Tatica’ por muchos. Ahora, ¿de dónde viene esta devoción y a qué se debe la misma?
Lo primero que debemos aclarar es que esto se trata de una advocación mariana, lo cual literalmente significa: una forma de llamar a María. Las advocaciones son ‘apodos’ o, según la RAE: ‘denominaciones complementarias aplicadas al nombre de una persona divina o santa’ que, en el caso de la Altagracia, está vinculado al hallazgo de su imagen.
Su nombre proviene de la composición de dos palabras que describen el hecho de que, de acuerdo a las creencias cristianas, María recibió la gracia más alta jamás otorgada a un ser humano: ser la Madre de Dios.
Todo inició con un sueño…
Aunque hay múltiples versiones históricas y mitos en torno a esta arraigada figura de la religiosidad dominicana, la más conocida popularmente es la de una niña higüeyana que en vez de pedir a su padre que le trajera de un viaje a la capital ropa y otros regalos materiales, pidió una imagen de la hasta entonces desconocida virgen. Luego de mucho buscar y preguntar sin éxito, el padre se devolvía a casa triste por no poder complacer a su pequeña. Fue gracias a un anciano que ‘por casualidad estaba por allí’ que obtuvo el esperado obsequio.
Una vez entregada a su hijita, la imagen desaparecía constantemente de la casa y aparecía cerca de un naranjo, con lo cual entendieron que la virgen quería que su retrato fuera colocado en una pequeña capilla que se encontraba cerca a este árbol ¡y así se hizo!.
Visita nuestro artículo “5 cosas sobre la Virgen de Altagracia que tal vez no sabías” donde te comentamos algunas curiosidades como que esta fiesta no siempre fue celebrada en enero y los principales elementos de la peregrinación a Higuey, que data desde el siglo XIX.
Y, finalmente, queremos invitarte a conocer más sobre la icónica estructura arquitectónica que representa tanto Higüey como nuestro país en el artículo: “Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia”.
