¿Sabes qué se usaba en el inicio de los tiempos, bueno, de los tintes, para dar color a los textiles? Mucho antes de que existieran los productos químicos industrializados que utilizamos hoy en día, en las distintas zonas geográficas los seres humanos se valían de plantas, flores, hojas, cortezas, tipos de tierra e insectos para extraer pigmentos que dotaran de distintivos colores a sus telas.
Si vas a experimentar con los tintes naturales, es importante que tomes en cuenta que algunos pueden ser muy sensibles por lo que aún teniendo los mismos ingredientes no tienes garantía de uniformidad y puedes encontrarte con colores en tonalidades distintas, precisamente en esto en lo que radica su exclusividad: cada país e incluso cada experto tienen un repertorio de colores propio que puede llegar a diferir casi completamente del usado por sus vecinos.
Así, cada lugar, zona y hasta familia puede tener distintas recetas para la obtención artesanal del color. Acá te presentamos cinco de los más curiosos “ingredientes”:
· Bija: Annato es la semilla del árbol de Achiote, también conocido como Bija. Se utiliza no solo como tinte para telas, sino también en medicamentos y en alimentos. Tinte intenso que ofrece colores que van del amarillo brillante al naranja intenso.
· Café: Originario de Etiopía, este popular producto no sólo le devuelve la vida a tus mañanas y sirve de combustible a tu rutina matutina, sino que puede dotar a los textiles de hermosas tonalidades oro, salvia o beige.
· Hierro: El hierro oxidado, como el que encontramos en los clavos y portales, ofrece una variedad de tonos que va entre el gris y plata, siendo los más oscuros aquellos hechos con mayores concentraciones de hierro.
· Piel de cebolla: Las pieles exteriores de las cebollas moradas ofrecen diferentes tonos de verde que comprenden desde la tonalidad olivo hasta la casi pastel. La piel de la cebolla produce colores hermosos pero por los cambios en su pH no es un tinte muy estable y pueden variar dramáticamente de una preparación a la otra.
· Cochinilla: El Dactylopius Coccus es un insecto que habita entre los cactus del cual se extrae un tinte rojo considerado como el ‘más seguro del mundo’. Se utiliza en productos comestibles como chocolates, salchichas y gelatinas. En las telas, dependiendo de la cantidad y la concentración, ofrece una hermosa gama de rosas, rojos y púrpuras.
¿Te atreverías a utilizar algunos de esos ingredientes?
Si quieres experimentar con la extracción artesanal de los pigmentos te recomendados recordar que es necesario un proceso de lavados para la correcta fijación del color y claro, no creas que por ser naturales no pueden causar estragos en tu piel, así que manéjalos con cuidado.
Fuente: Sabahar, “The world of natural dye”.