La vocación turística de un territorio está determinada por el potencial endógeno localizado en un área geográfica y las actividades que se pueden desarrollar a partir de esos recursos naturales, culturales y productivos. Estos transmiten la esencia del modo de vida o la cultura viva del lugar, que además, despiertan diversas motivaciones de viaje como las emociones, ocio, aventura, bienestar, visita de amigos, negocios, entre una gran diversidad de razones de visitación.

Desde el año 2010, en la República Dominicana se ha promovido la articulación de cadenas de valor como un proceso que facilita el desarrollo sostenible desde los territorios. Creando redes de acción conjunta entre sectoriales, proveedores, operadores, servicios y productos, que permiten construir una ventaja competitiva dentro del área territorial. Así se ha ido actuando desde la inteligencia colectiva para mejorar el capital social y territorial que impulse un entorno económico y local más competitivo y sostenible, como es promovido en la visión de la Estrategia Nacional De Desarrollo Sostenible 2030 de la República Dominicana.

Como marco reglamentario, se destaca la promulgación de la Ley 158-01 que establece la Ley de Fomento al Desarrollo Turístico para los polos de escaso desarrollo y nuevos polos en provincias y localidades de gran potencialidad. A nivel regional, es destacable el Decreto No. 16-93, que en enero de 1993 amplió el Polo Turístico V a: Montecristi, Dajabón, Santiago Rodríguez y Valverde. Estas son las provincias integran la subregión Cibao Noroeste, las cuales, partiendo de la intervención del Proyecto Turismo Comunitario Sostenible (2016-2022) y a través de talleres provinciales y subregionales, ha constituido la marca territorial del multidestino Cibao Noroeste “Esencia del Sabor”. Fue a partir de este momento, donde surgieron rutas temáticas y comenzaron a adquirir valor productos identitarios en las cuatro provincias: Ruta del Banano Orgánico en Valverde, Ruta del Casabe en Monción, Ruta de la Miel La Fronteriza de Dajabón y Ruta de Aventura en los Manglares de Estero Balsa y San Fernando de Montecristi.

Actualmente, cada uno de estos territorios ha continuado diversificando su oferta de turismo, desarrollando experiencias de aventuras en ríos, montañas, productos artesanales a partir de fibras y sustancias naturales, complejos de alojamiento, entre otros. Sin embargo, queda un desafío evidente y es que los operadores y oferentes de la subregión puedan generar sinergias para conectar y complementar las experiencias y productos existentes en cada localidad, avanzando a la promoción del Noroeste como Multidestino, atrayendo así el anhelado aumento en la visitación y, como consecuencia, el desarrollo comunitario.

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Redacción:
Lic. Nicole Stephany Rodríguez, Fundadora y asesora permanente de Kareta Travels – Alianza Comunitaria para el Desarrollo de Turismo Sostenible en el Cibao Noroeste.

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