El 21 de enero se celebra el día de Nuestra Señora de la Altagracia, advocación mariana presente en la ciudad de Higuey (este de República Dominicana) y madre espiritual del pueblo dominicano para la feligresía católica. La tradición de “Tatica” (como algunos la llaman) es una de las tantas tradiciones culturales de origen religioso que conforman la idiosincrasia dominicana. 

Y como lo tradicional va incrustado en lo cultural, no quisimos dejar pasar la oportunidad de llevarles a ustedes esta lista de las cinco cosas que tal vez no sabían anteriormente sobre la veneración a la Virgen de la Altagracia, “madre espiritual del pueblo dominicano”.

 

1. Su fiesta no siempre fue en enero. 

Originalmente no se celebraba el 21 de enero. La fecha original era 15 de agosto (un día antes del 16) pero no fue hasta 1691, luego de la batalla de la Sabana Real de La Limonade, entre fuerzas criollas y francesas. Los españoles se encomendaron a la virgen y luego del triunfo esto motivó mover la fecha. Nótese que también la fiesta de Las Mercedes es 24 de septiembre por una batalla (y la consabida leyenda de “Mecho” devolvíéndole las flechas a los indios. 

 

2. “..Salen los que van pa’ Higuey”

Parte de la veneración a la Altagracia incluye la famosa peregrinación a Higuey, que se practicaba desde el siglo 19. 

Tenía tres partes: la primera era bañarse en el río Sanate, ubicado en la carretera de Higuey, desde donde se debía tomar una piedra para colocarla al lado de “las tres cruces”, que era entrando al pueblo. 

En ese momento el creyente se hincaba a orar y luego debía seguir de rodillas a la iglesia San Dionisio, a unos 500 metros (lugar donde estaba la imagen de la Altagracia) y ahí se daba por terminado el cumplimiento de la “promesa”.

 

3. La leyenda 

En torno al origen de la imagen de la Altagracia hay diferentes leyendas, pero todas con el mismo hilo conductor. La primera versión escrita data de 1698. Este documento fue encontrado por Bernardo Vega en los archivos del Museo Británico, quien los hizo públicos en 1985.  

El “hilo conductor” que ya mencionamos es la historia del anciano que se la entregó a un padre cuya hija le había pedido que se la llevara a Higuey desde la capital. 

La imagen desaparecía de la casa y aparecía en una mata de naranja. Esto fue interpretado como un deseo de la virgen para que se le colocara en una pequeña capilla ubicada cerca de la mata, y así se hizo. 

 

4. Primer templo 

La misma tradición señala que donde estaba la mata de naranjo se construyó una iglesia, la de San Dionisio, donde se veneraba a “Tatica” hasta 1971 cuando se terminó de construir la basílica. 

Esta iglesia todavía existe y se puede visitar si usté va pa’ Higuey en estos días. Y ya que está allá, tenga tiempo de darse una vuelta por el Museo Altagraciano en los jardines de la Basílica. 

 

5. “Tatica” en cine y política 

La primera película dominicana, filmada en 1922 por el fotógrafo Francisco Palau (pero cuyo estreno no fue hasta el año siguiente), se llamó “La leyenda de la Virgen de la Altagracia” y trató sobre la historia que ya contamos anteriormente, lo cual es un indicio de cómo la Altagracia siempre ha estado presente en momentos importantes de la historia dominicana (Ulises Heureaux y Joaquín Balaguer usaron su imagen con motivos políticos y electorales, del mismo modo que también lo hace, guardando las diferencias, Amable Aristy Castro).

Lo único triste de esta historia es que el filme (la única copia disponible… recordemos que a principios del siglo 20 no existía el “copy paste”) se perdió con un incendio, así que nunca podremos saber si era mejor o peor que “Al fin y al cabo”. 

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